lunes, 7 de mayo de 2007

Direktøren for det hele


EL JEFE DE TODO ESTO
El propietario de una empresa desea venderla. El problema es que, cuando fundó la empresa, se inventó un inexistente presidente de la compañía tras el cual poder ocultarse cuando tuviera que tomar medidas impopulares. Cuando los posibles compradores insisten en negociar cara a cara con el 'presidente', el propietario de la empresa se ve obligado a contratar a un actor fracasado para que interprete el papel de ese supuesto presidente. De repente, el actor se da cuenta de que no es más que un títere envuelto en una trama que terminará por poner a prueba su catadura moral.

FICHA TÉCNICA
Direción: Lars Von Trier
Guión: Lars Von Trier
Reparto: Jens Albinus, Fridrik Thor Fridriksson, Iben Hjejle, Jean-Marc Barr, Benedikt Erlingsson, Anders Hobe
Montaje: Molly Marlene Stensgard
Arte: Simone Grau
Productores: Meta Louise Foldager, Signe Jensen, Vibeke Windelov
Productores ejecutivos: Lene Broglum, Peter Aalbaek Jensen
Productora: Memfis Film, Slot Machine, Zentropa Productions, Zik Zak


CRÍTICAS...
Un actor es contratado para hacerse pasar por el jefe de una empresa de informática danesa. Pondrá rostro así, a una figura inexistente desde su creación, tras la cual se oculta el verdadero director a la hora de tomar medidas impopulares. Ahora, hay que negociar la venta de la empresa a un grupo islandés, y sólo trataran directamente con El Jefe de Todo Esto. Pero no hay que engañarse, porque el verdadero jefe de todo esto es Lars Von Trier, en esta comedia sobre las relaciones laborales y la figura del actor. Lars no sólo no se oculta como su personaje, sino que en un acto narcisista, se mete en la película a través de la voz en off en tres ocasiones. Al principio de la peli, donde nos avisa de que vamos a ver una comedia ligera y cuyo único propósito es hacernos pasar un buen rato, hacia la mitad, con la presentación de un nuevo personaje y dando su visión sobre la estructura de la comedia clásica, y al final, despidiéndose de nosotros. Planteada en un inicio para ser rodada dentro de la doctrina Dogma, Lars finalmente descartó esta opción, ya que cada vez le cansa más utilizar la cámara al hombro. En cambio, ha utilizado lo que él denomina técnica de Framing, que consiste en colocar la cámara fija en un punto de la escena, sin que haya nadie detrás del objetivo, por lo que en muchos momentos los actores quedan partidos por la mitad, y algunos elementos no quedan encuadrados. No utiliza el fuera de campo con sentido narrativo, sino básicamente estético, para mí, antiestético.

Comedia estilo Dogma.
Técnicas a parte, para ser su primera incursión en la comedia, el resultado es notable. Tiene momentos realmente divertidos. Los empleados conocerán por primera vez a su jefe, con el cual se han ido comunicando a través de mail. A cada uno le ha dicho cosas totalmente diferentes, así que el pobre actor tendrá que construir un personaje incoherente, que le actor Jens Albinus resuelve con eficacia. Trier se cachondea de los actores... El prota quiere hacer de cada momento una gran interpretación, ser el centro de atención. Por ejemplo, en uno de momentos hace unas pausas dramáticas en una de las frases, poniéndolo todo, y que tiene en frente se lo hace repetir porque no ha entendido nada… seguro que alguno que haya trabajado con él se ve reflejado en la pantalla ¿será una pequeña venganza por la mala fama que le han otorgado actores que han trabajado con él?. También se cachondea y mucho de las relaciones en el curro, de los jefes coleguillas que luego hacen putadillas, y de las actividades para unir a los empleados. Ninguno de los empleados está cuerdo del todo. Incluso se cachondea de los daneses, a los que los personajes islandeses dedican cariñosos calificativos, y se permite el lujo de hacer referencia en un momento de los diálogos al movimiento Dogma, para mí un producto de marketing que les ha funcionado realmente bien, y que parece estar en las últimas.

No hay comentarios: