Spoiler en toda regla
Recubierta con una película como es Aguirre, Der Zorn Gottes. Ahora mantones peruanos con hombres debajo descienden de la montaña. Algunos llevan como armaduras. Van animales con ellos. Y otros vestidos de frailes con cruces que cuelgan a lo priorato de Sión. Una bella mujer con pelo de anuncio y hombreras de campesina va con ellos. De pronto explota una especie de cañón y va a parar al agua. El cielo sigue religiosamente iluminado. (No puedo quitar los subtítulos). El agua corre. Y es bastante marrón. Hay burros decorados. Los soldados peruanos van muriendo de frío sin cristiana sepultura.
Insultan a los animales pues no quieren hundirse en el fango. Temen que se hunda la litera. Insultan al barro. (Creo que la ropa les debe pesar mucho). Se les acaban las provisiones. Hacen fuego. Deciden cambiar los planes: construirán balsas y escogerán cuarenta hombres que busquen alimentos y se informen sobre el dorado y los indios hostiles. La expedición deberá volver al mismo punto dentro de una semana, si ello no ocurriera así, tendrán que pensar que se ha perdido y volverán atrás con la esperanza de encontrar una región habitada por cristianos. Creen en la Virgen María. Don Pedro de Urzúa es nombrado comandante de la expedición y Doña Inés de Atienza lo acompañará. (Ella lo ha pedido). Los acompañará Don Lope de Aguirre, perfectamente apto para el puesto. (Con su hija Flores de quince años bajo su custodia). Hay que anunciarse la palabra de Dios y para la misión nombran a Gaspar de Carvajal. Sin embargo los doscientos esclavos indios que les quedan permanecerán en el grupo que se queda esperando. La Casa Real de España estará representada por el valiente Fernando de Guzmán, el que come campechanamente un fruto y va más sucio que todos juntos. (Ya estuvo en Saxahuamán).
Es importante que los que no han sido elegidos no se sientan postergados. Todo esto es declarado en un documento oficial y estampan una firma. La de Don Pizarro.
Empieza a faltar gente, desde el campamento no se ve a todos los que había. Unos llevan pendiente. El bosque es frondoso. El hermano Carvajal cree que no es buen sitio para los hombres que han sido valientes en la muerte. Dos en secreto traman usar el cañón que se está oxidando. La balsa se ve sola y abandonada. Estalla un cañón al otro lado. Caras de sospecha. Miradas interpersonales. Comentan que es Aguirre pero también añaden que no se atreverá jamás a levantarse contra la corona de España. (Pero la zona no es precisamente Castilla). Encuentran a un primo hermano del hurón. Las balsas han desaparecido. El agua ha subido cinco metros por la noche. Pequeñas peleas entre ellos, por pucheros, cansancio y agotamiento. Unos hacen clavos y recogen troncos, reúnen madera y hierro. Parece que no se sabe de dónde vienen las órdenes. Toman la decisión de regresar al grupo principal a pie. Unos no están de acuerdo. ¡A la mierda Pizarro!, dicen algunos que quieren conquistar por su cuenta. No olvidan a Hernán Cortés en el camino hacia Méjico. Nadie se atreve a ir con Urzúa. Silencios. Muere un hombre que quería acompañarle. Urzúa levanta la mano. Un indio toca un instrumento. Pone esperanza al drama. El paisaje va despacio pero no es lento. Inés se pronuncia. Habla el hermano Carvajal con ella. Dice que la Iglesia siempre estuvo al lado de los fuertes. Se desligan de Pizarro y buscan a un jefe, al de sangre más noble. Proponen que sea Fernando de Guzmán. Se levantan algunas manos muy poco a poco. Aguirre sigue como jefe. A
Habla un indio y cuenta que los españoles le llamaban Balstasar cuando su nombre verdadero es Runo Dimac. (Aquél que habla). Ahora tiene que bajar la vista pero antes nadie podía mirarle a los ojos. Y jura que jamás podrán salir de la selva en la que se encuentran. Uno tararea algo, comen de un cazo. Se rebelan hasta la muerte y Felipe II rey de España queda destronado, y Don Fernando de Guzmán es nombrado emperador del Dorado. Tienen hasta trono. Armando huye de su prisión. El soldado que hacía la guardia ha sido asesinado. Proponen a Guzmán matar a Urzúa pero este se niega en rotundo.
Días después parten con una nueva balsa y ven un gran fuego a lo lejos. Deciden soltar al negro para que los indios caigan en la trampa y se asusten al verle. El taparrabos del negro no tiene desperdicio. Acaban saliendo todos, cogen las armas y persiguen a un cerdo para comérselo. Se proponen darse un banquetazo. De pronto encuentran calaveras, huesos, cuerpos de salvajes antropófagos. Y abandonan el lugar de prisa y corriendo. Pasados unos días se encuentran en la llanura. Se han detenido, fatigados. Es más fatiga mental. Inés acusa a Aguirre de tramar algo contra Urzúa. Afirma que Dios le castigará. Aguirre se cabrea y se va a otro rincón. Les está haciendo buen tiempo. Guzmán dice que todo es silencio y quiere escucharlo. La pólvora está a punto de explotar hasta que explota pero unos metros más lejos. Lo que parecía un burro es un caballo. De pronto se ponen a disparar y gritan ¡fuego! Aguirre le pide al indio músico que toque algo para los soldados. El instrumento no va muy bien.
Se les acerca una balsa con dos salvajes que parecen confiados, un hombre y una mujer. Los cogen sin que se resistan y estos hablan en un idioma que nadie descifra excepto Baltasar. El indio traduce que el personaje recién llegado dice que es un jaguar y que sabía por sus antepasados que un día los hijos del sol vendrían venidos de lejos y después de grandes peligros. Dice que hace mucho tiempo que los esperaban porque en el río Dios había querido acabar la creación. Guzmán les arranca el oro que llevan colgando. Los supuestos conquistadores parecen cerdos sobrevenidos relacionándose con los toros sentados pues son poseídos por cierta agresividad a la hora de preguntarles dónde está el Dorado. Los salvajes señalan hacia una zona. Los españoles muestran la Biblia a los indios. Se la hacen coger con la mano. Como el indio dice que el libro no dice nada Carvajal dice que se le mate por blasfemia. No saben cómo van a convertir a los salvajes, lo ven muy difícil.
Sueñan disparar a los enemigos con balas de oro, cañones sin oxidar y platos servidos en oro a Guzmán por Okello, el negro que sirve para asustar. Carvajal está más concentrado en revelar la palabra de Dios a los salvajes.
Guzmán lleva un atuendo para morirse de la risa. Parece Obélix el amigo de Astérix. Ya se hacen dueños de la tierra que tienen a la derecha y a la izquierda. Van tomando posesión como si de broma se tratara pero lo escriben con una pluma en papel. Guzmán se emociona y dicen que son tierras seis veces mayor que España. Aguirre pregunta a Guzmán si ha visto alguna tierra firme que pueda soportar su peso. Los esclavos cocinan frutos. Pero se han quedado sin sal y cuentan uno a uno los granos de maíz. El caballo está nervioso. Guzmán no levanta el culo de la silla ni que le maten hasta que el animal de mierda es tirado al agua porque le molesta.
De ponto Aguirre ve algo, no dice nada, clava su mirada detrás de unos matojos, parece que hay algo. Carvajal y Unzúa miran al suelo y se temen que es hombre muerto. Quisieran al caballo muerto para comérselo.
Guzmán le dice a Flores que al caballo no le pasará nada. Dos minutos después el Emperador aparece muerto. Tras la muerte del emperador el destino de Urzúa está sellado. Se lo llevan dos soldados y no regresa jamás. Inés se queda pensativa mirando al infinito.
Ahorcan a Urzúa. Oyen a unos indios gritar: carne, carne, viene carne por el río, según un esclavo. Al llegar al otro lado de la orilla, saquean la aldea. Inés se mete en el bosque. Y desaparece.
Unos comentan que quieren volver con Pizarro, Aguirre les escucha de lejos. El amigo de Aguirre, cumple órdenes y le vuela la cabeza pues solo Aguirre es el verdadero traídor. Quien lo contraríe, será destruido en 190 pedazos hasta que se pueda untar con él una pared. Prohíbe comer maíz y beber agua pues si no habrá cárcel durante 150 años. La tierra sobre la que camina Aguirre le ve y tiembla., explica este. Anuncia para el que deserte…… (puntos suspensivísimos).
Les sigue haciendo buen tiempo y el esclavo músico vuelve a tocar. El hurón ahora es comido por una rata asquerosa y los árboles han florecido. Una mariposa divina hace una parada en las manos de uno de ellos y Flores está pensativa.
Las flechas largas se han puesto de moda, y se ponen a hacer ruido porque auguran la presencia de algunos indios. Muere algún hombre y el agua es cristalina. La moral de los hombres está por los suelos. Carvajal habla con Aguirre pues no ve otra cosa que hambre y muerte sin dejar de perder a hombres y no ver a indios. Aguirre habla de Méjico, que no fue ninguna ilusión. No quiere que vengan otros a conquistar el Dorado, con árboles y agua para divulgar la hazaña. Aguirre busca el poder y la fama, no solo oro como sus hombres, por ello los desprecia. Carvajal tiene la sospecha de que Aguirre les lleva premeditadamente a la perdición. Justo González se ha bebido la tinta pensándose que era una medicina. Carvajal ya no puede escribir más.
Aguirre es bastante rubio, como Klaus Kinski. Ven un árbol del que cuelga una canoa. Carvajal no cree que ninguna marea pueda subir tan alto, lo achaca a la fiebre, dice que es un espejismo. Lope de Aguirre está convencido de que es real. El negro dice que nada es lo que es, que el hombre se imagina las flechas cuando le domina el miedo. Le lanzan una flecha a Carvajal y este sigue diciendo que no es real. Aguirre le pide al fraile que no se olvide de rezar no vaya a ser que Dios se enfade.
Aguirre recoge a Flores que se ha clavado una lanza y se le muere entre los brazos mientras se mancha de sangre. Aparecen de pronto unos monos pequeños y Aguirre piensa que construirá un barco cuando llegue al mar y separará Trinidad de la Corona Española. Desde allí sueña que seguirán navegando y arrebatarán Méjico a Cortés y serán dueños de toda la nueva España y pondrán en escena la historia como una pieza de teatro. Aguirre anda por la balsa hundida y se encuentra ya casi solo con el negro. ‘Yo, la cólera de Dios me casaré con mi propia hija – dice Aguirre-, y con ella fundaré la dinastía más pura que jamás haya existido en la Tierra. Los dos reinaremos juntos sobretodo este continente. Resistiremos, yo soy la cólera de Dios y ¿quién está conmigo?’. Cielo, luz, música, viaje por el río, soledad, abandono, restos de vida, buen tiempo, hombres que yacen, se da la vuelta a la balsa mientras se despide el film. Mareo y marea. Esperanza. La ira de Dios, 1560.
