jueves, 1 de septiembre de 2011

Las chicas son preciosas
los diamantes son diamantes
tus errores, y los amantes.

Mis náuseas y sus pocas ansias.
Ella se equivocaba, en mano te entrego antecedentes.

Vacía, esquiva, altiva, y lastimosamente lenta.
¿Pero qué se ha creído esta rabia?
¿Pero quién cojones habita aquí?

Soy, yo, la muerte, tu fantasma, el asco, tu fracaso.
Soy yo que te retiro de antemano de este teatro.
Soy yo, y te vas conmigo, al océano.
Se terminó, fuiste para ser y ahora eres del condado.
Ya te olías un final sin jazmín ni gardenias ni marchas ni llamadas de consuelo.
Soy yo, tu asqueroso y merecido premio ni de consolación.