Detrás y después de lo que Brel, Bowiue, Coldplay, Jamiroquai y otros cantaron de Amsterdam, un breve post. Estuvimos en Venecia del Norte. Podríamos hablar de la Dam Damrak Centraal Station, del Red Light District, de la plaza Leideseplein, del Rijks Museum, del Stedlijk museum, del Van Gogh Museum, de la casa de Anne Frank.....de mil cosas. A Amsterdam, hay que ir. El resto queda entre cinco amigos, un montón de coffee shops, mucha comida, una plataforma temblorosa, una intentonas a hacer pipí, un montón de amagos democráticos y consensos fallidos que se olvidan cada cinco minutos. De putaaaaaa maaaaaaaaaaadrrre, tío......si........................si................................ Desde white widow a crystal. Que luz tan bonita tiene l ciudad, sin duda se tiene que visitar. En caso d epasar de los cincuenta, y decidir ir a Amsterdam de vacaciones con la pareja, también de unos cincuenta, no forzar con el tema de los porros, ya que a veces ha pasado que el señor da unas caladas de más, se marea, pilla una pálida que npo te cuento y la mujer mientras tiene que esperarle dentro haciendo el papelito, pero no sabiendo ni viendo nada de lo que está pasando porque está más fumada que su marido. Olvida la chaqueta en un bar...y sale a buscarlo, nosotros los encontramos vomitando. Lo que tiene la vida. Después de unas cinco horas de aprovechar la ciudad, anadar, visitar museos, soñar depsierto, tirar fotos, comentar la jugada, y pasear perdidos....acabamos rendidos. Acabamos cojidos los cinco del brazo por la calle, a lo Albert Pla. Un nice trip, aunque con temblores. Después, entre dormir en la calle, ir a la discoteca o buscar un sitio donde dormir, encontramos una canal house que ni encargada. De pronto, teníamos nuestro propio lugar en Amsterda. Nos fuimos al día siguiente para no caer en la tentación de ya no marcharnos nunca más de allí. La versión oficial, es que nos olvidamos los souvenirs en el avión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario