martes, 27 de febrero de 2007
YO TAMBIÉN EVITÉ MORIR DE RABIA
Evité morir de rabia, de contención, de pasión, de nervios, de repulsión, de atracción, de subidas, de bajadas, de depresión. Evité morirme ese día, porque hubiera sido peor perderme lo que vendría a partir de ahora que salvarme por un rato del sufrimiento que aquello me ocasionaba. Evité perderme por el peligroso vacío de una mente retorcida y reincidente, por la curva de una razón envenenada, por el camino que lleva a la obsesión, evité someterme a un sentimiento que aunque venga de fuera, solo mantiene si quiere, uno mismo. Evite ser menos fuerte. Evité confundirme. Evité cesar de tirar adelante. Evité llamarlo. Evité perderlo, perdiéndolo. Lulú
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2 comentarios:
Y sigo evitando....
la media luz de almacén, el permiso indeciso de alguna vez, aquel deshilachdo entremés.
Pero me queda esa verde pitillera en los puentes, esos puentes que me vuelven a colocar los ojos, allí donde ellos me enseñaron a mirar.
Acuerdate de evitar siempre los espejos de hotel que nunca perdonan, y el embeleso de estar de puntillas porque uno no se sostiene para siempre.
Borrador para ser borrado, o corregido o incluso no tocarlo, total son palabras una vez más, mierda otra vez, mal escogidas.
Siempre quedarán los guiños para el que los sepa buscar.
En busca de unos guiños...
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