jueves, 22 de febrero de 2007

Pidió champán y langostinos para celebrarlo....


QUE CADA CUAL OPINE...
(estamos con su país, no con él...)


A comienzos de 1986, De Juana se convirtió en el responsable del comando Madrid. El comando se había entrenado en Argelia. En los tres años siguientes, hasta su detención en Madrid en 1987, participó en el asesinato de 25 personas. Entre otros, confesó su autoría en el atentado perpetrado con coche bomba el 14 de julio de 1986 en la plaza de la República Dominicana de Madrid contra un convoy de la Guardia Civil, en el que murieron doce agentes y 45 personas más resultaron heridas. Según el testimonio de Juan Manuel Soares Gamboa, miembro arrepentido de ETA que acabó entregándose y colaborando con la justicia, era De Juana quien, dentro del comando Madrid, seleccionaba las víctimas y decidía quién tenía que disparar contra ellas.
Los atentados en los que participó y las personas asesinadas por De Juana y sus compañeros militantes son los siguientes, todos en Madrid:


12 de junio de 1985. El comando Madrid ataca con metralletas el coche oficial en el que viajaban el coronel del Ejército Vicente Romero' y a su chófer, 'Juan García Jiménez, soldado del Ejército. Ambos resultaron asesinados. Los terroristas dejaron una bomba-trampa en el vehículo con el que huyeron del escenario del crimen. En la explosión del vehículo resulta muerto el agente de la Policía Nacional y artificiero Esteban del Amo.
29 de julio de 1985. El vicealmirante del Ejército Fausto Escrigas Estrada resulta asesinado.
9 de septiembre de 1985. Un coche-bomba explota al paso de un furgón de la Guardia Civil en la plaza de la República Argentina. Aunque ningún agente resulta muerto, el ciudadano estadounidense Eugene Kent Brown, que paseaba por la zona, resulta muerto debido a la onda expansiva.
25 de abril de 1986. Un coche-bomba hace explosión al paso de un furgón de la Guardia Civil en el cruce entre las calles de Jorge Juan y Príncipe de Vergara. Cinco agentes de la Guardia Civil resultan muertos: Juan Carlos González, Vicente Javier Domínguez, Juan José Catón Vázquez, Juan Mateos Pulido y Alberto Alonso Gómez.
17 de junio de 1986. Un coche oficial en el que viajaban el comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas, al teniente coronel Carlos Vesteiro Pérez y al soldado Francisco Casillas Martín es atacado a tiros, resultando muertos los tres ocupantes del vehículo.
14 de julio de 1986. Un coche-bomba estalla al paso de un autobús de la Guardia Civil en la plaza de la República Dominicana . Doce agentes de la Guardia Civil resultan muertos: Jesús María Freixes, Santiago Iglesias Rodino, Carmelo B. Álamo, Miguel A. Cornejo Ros, José Calvo Gutiérrez, Andrés José Fernández Pertierra, Antonio Lancharro Reyes, José Joaquín García Ruíz, Jesús Gimeno Gimeno, Juan Ignacio Calvo Guerrero, Javier Esteban y Ángel de la Higuera López.
También trató de asesinar en 1986 al Fiscal General del Estado,
Luis Antonio Burón Barba y al presidente del Tribunal Supremo Antonio Hernández Gil.

En prisión
De Juana fue detenido en la madrugada del 16 de enero de 1987 en un piso franco de Madrid, con el resto de componentes del comando Madrid: Esteban Esteban Nieto, Inmaculada Noble Goikoetxea (que sería posteriormente su compañera sentimental), Antonio Troitiño Arranz, María Teresa Rojo y Cristina Arrizabalaga Vázquez. Por sus crímenes, fue condenado a más de 3.000 años de reclusión. Durante sus años de reclusión, De Juana, con una personalidad que los psicólogos de la prisión calificaron de "fría y narcisista", estuvo siempre clasificado en el primer grado, el más duro de los existentes. Esta clasificación se tradujo reclusión en módulos de vigilancia especial, registros periódicos, restricción de contacto con otros presos, pocas horas de patio, acompañado de la intervención de las comunicaciones con el exterior que siempre se aplicaba a los presos terroristas. Por otra parte, en virtud de la política de dispersión penitenciaria de los presos de ETA estuvo en numerosas cárceles: Sevilla, Las Palmas, Murcia, Ibiza, Melilla, El Puerto de Santa María y Algeciras.
Durante sus años de reclusión, De Juana siendo protagonista de innumerables hechos. Así, preparó su evasión en helicóptero, junto con otros cuatro etarras, de la prisión de
Herrera de la Mancha (2 de marzo de 1990), pero sobre todo se le recuerda por su constante falta de arrepentimiento. En marzo de 1993, tras el atentado en Sevilla donde un comando de ETA asesinó al concejal Alberto Jiménez-Becerril y a su esposa Ascensión García, mostró su alegría escribiendo en una carta «Sus lloros son nuestras sonrisas y terminaremos a carcajada limpia» . En 1998, tras el asesinato por parte de ETA del concejal de UPN Tomás Caballero, pidió champán y langostinos para celebrarlo. Por otra parte, en julio de 1992 remitió una carta al juez de vigilancia penitenciaria de Cádiz avisándole de que figuraba en las listas de ETA como "ejecutable".
Durante su estancia en prisión, De Juana siempre trató de situarse como jefe del grupo de etarras presos. Sin embargo, nunca fue designado por ETA jefe de lo que denominaban frente de makos (prisiones), ya que nunca terminaron de confiar en él. A partir de su estancia en la prisión de Las Palmas (de la que fue trasladado a El Puerto de Santa María en 1998; el Gobierno español trasladó a 21 presos de ETA encarcelados en Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla a prisiones de la península durante la primera tregua de ETA), De Juana se fue aislando del colectivo de presos de ETA, llegando a romper con su compañera, Inmaculada Noble.

Nuevo juicio y huelga de hambre
A punto de salir libre tras cumplir condena, y en medio de una gran escándalo debido a que un asesino confeso de 25 personas condenado a 3.129 años de reclusión fuese puesto en libertad (gracias a los beneficios de redención de pena que preveía el Código Penal de 1973, por el que fue juzgado) en apenas 18 años, fue procesado, y decretada su prisión preventiva, por escribir dos artículos de opinión publicados en el diario
Gara: en los que, según la sentencia de la Audiencia Nacional, amenazaba a responsables de prisiones, políticos y jueces.
El
7 de agosto de 2006, en pleno alto el fuego de la banda, inició una huelga de hambre de 63 días contra lo que consideraba una "cadena perpetua", refiriéndose tanto a la aplicación de la doctrina Parot por parte de los jueces de la Audiencia Nacional como a la invención de delitos para procesar a ciudadanos presos una vez cumplida su condena (basándose en las declaraciones del ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, que declaró que el fiscal recurriría la excarcelación de De Juana "al límite de sus posibilidades y de las posibilidades del propio sistema judicial", viendo "si es posible que se pueda construir una nueva imputación penal por pertenencia a banda armada, amenazas o por continuidad de alguna forma de la actividad terrorista, incluso desde la cárcel". Esta huelga de hambre no contaba con el respaldo de la cúpula de ETA, ya que era la primera vez en la historia de la organización que un miembro encarcelado de ETA ejecutaba una medida de presión de este tipo sin consultar anteriormente con la dirección de la banda y por un asunto que le afectaba a él exclusivamente. A finales del verano, el dirigente etarra Juan Lorenzo Lasa Mitxelena (Txikierdi) le hizo llegar por diferentes conductos un mensaje de descontento por parte de la dirección. La huelga de hambre fue, en sus primeros momentos, un motivo de malestar tanto para ETA como para su entorno (la noticia de la huelga tardó 11 día en ser publicada en Gara), puesto que se llevaba a cabo en pleno alto el fuego.
El 6 de octubre fue trasladado desde el hospital gaditano Punta Europa hasta la unidad de nutrición del hospital
Doce de Octubre en Madrid.
Tras finalizar dicha huelga el día 8, De Juana indicó que su decisión no estuvo condicionada por su estado de salud, sino que se debía a las "innumerables" peticiones realizadas por su entorno familiar y social para que no prosiguiera con el ayuno, y al compromiso de la sociedad vasca a la hora de reivindicar "la vuelta" de todos los presos, si bien fuentes de la lucha antiterrorista achacan el fin de la huelga al descontento de la dirección de la banda.
El
27 de octubre de 2006 comenzó el juicio en la Audiencia Nacional por el delito de amenazas relativo a la publicación de dos artículos de De Juana en Gara. La sentencia fue emitida el 6 de noviembre, y en ella se le condenaba a doce años y siete meses por un delito de amenazas terroristas.
El día anterior a la recepción oficial de su condena y ante la noticia no oficial de la misma, comenzó una nueva huelga de hambre porque en su opinión ya había cumplido su condena. El 16 de noviembre la Audiencia autoriza controles médicos del preso para velar por su salud y su integridad física. El 11 de diciembre, De Juana comienza a ser alimentado, en contra de su voluntad, con una
sonda nasogástrica.
El
25 de enero de 2007, la Audiencia Nacional, debido al grave estado en que se encuentra por su huelga de hambre, al final decidió por 12 votos a favor y 4 en contra, que el procesado siga en prisión porque su situación ha sido provocada libre y voluntariamente.
Por otra parte se ordenó embargar los
derechos de autor del etarra para poder pagar las indemnizaciones a las víctimas.
El día 6 de febrero, De Juana es de nuevo noticia por la publicación de una entrevista en el diario británico
The Times ilustrada por una imagen suya en la que aparecía amarrado a la cama y con una gran pérdida de peso. La publicación de la entrevista causó gran polémica. Posteriormente se supo que la entrevista se había realizado por carta, que las fotos las hicieron su compañera o sus abogados y que, para la foto, se rapó el pelo y se amarró a la cama (puesto que sólo era amarrado cuando se le alimentaba).
El
12 de febrero de 2007 el Tribunal Supremo rebajó la condena de 12 años a 3 años..

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