jueves, 22 de enero de 2009

Supongamos que cuando morimos nacemos otra vez.
¿Para qué? ¿Cuántos puzzles de limbos más están esperando?
Supongamos que nos resignamos a esperar la muerte quietos, de pie o sentados
¿acaso no habrá valido nuestra existencia?No...no si no la llamamos a ser.
Supongamos que six of one and half a dozen of the other
y -supongamos que no se acaba nunca-
Supongamos que enfrentamos dos almas a la desigualdad
no aplaudiremos ninguna satisfacción por medio de otra pena
Supongamos que permanecer en lugares desconocidos...
descubriremos la verdad escrita en la faz de la tierra
Supongamos que la química se acuesta con la brujería
está visible que una de las dos es peor viciosa
Supongamos que lo transparente ocupa su espacio
imposible sería asumirlo sin poca ingenuidad
Supongamos que un perfil se dibuja en la cara de alguien
el horror de la persona cuando se da cuenta que estaba ciega
Supongamos que a cada uno le aguarda su propio techo
¿cuántos pisos habrá hasta el cielo del de delante?
Supongamos que viven señales entre los humanos
no existe manual que enumere tantas posibilidades
Supongamos que somos soñadores de veinticuatro horas
nos despertamos a menudo a la hora veinticinco
Supongamos que sí guardamos toda la cosa bien envuelta dentro..
¿dejaría igualmente de venir ésta duda impertinente a cada rato?
Supongamos que desconocemos el rostro verdadero
habría sido justamente lo más cerca a conocerlo
Supongamos que cada agasajo lleva su cuestión con un lazo
supongamos que nos vamos cansando
Supongamos el esmero que se deposita en el cuidado de una obra,
¿Y si fuese solamente para venderla?
La vida se cuela por todas partes.
"(...)porque sino huiremos de espanto".

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